Mas tu exististe, existirás,
existes
para eu saber que perdi
sem mais apelo
tudo
quanto nem a ti soube dar
Adolfo Casais Monteiro,
Poesias Completas
INCM
Your Custom Text Here
Mas tu exististe, existirás,
existes
para eu saber que perdi
sem mais apelo
tudo
quanto nem a ti soube dar
Adolfo Casais Monteiro,
Poesias Completas
INCM
His layup starts from mountains
not with landslide, rumble or some gorgon clash of titans, but as shadow-fall across stream
some thief in the night black Christ
type stealth.
In the nights before this,
his name, whispered in small circles, muttered by demigods and goddesses, spread rebellious,
rough on the tongues of whores and queens,pillows pressed between thighs, moaning.
Men will call him father, son or king of the court. His stride will ripple oceans,feet whip crack quick, his back will scar, hunched over, a silent storm about him.
Both hands blurred, scorched, bleeding;you see nothing but sparks splash off his palms, hear nothing but breeze beneath his shuck ‘n’ jive towards the basket carved of darkness, net of soil and stars.
Fearing nothing of passing from legend to myth, he fakes left, crossover, dribbles down
the line, soars an eagle chained
to hang time.
Inua Ellams
Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
Es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Mario Benedetti
No era el deseo, no era la ternura
que después de los años levemente nos roza.
No era el amor ni la feliz claridad de aquellos días,
no era la soledad, tampoco la tristeza.
Quizá no era nada, un ligero temblor
recorriendo mi piel hasta más allá de tu sonrisa,
un instante tan sólo arrebatado al tiempo,
la desolada transparencia de unos ojos.
Torpes como el que ebrio cae al agua
y en lo irreal, titubeante, se aferra,
eligiendo fugaz entre el cansancio
y la vida que sube por su pecho,
así flotaban nuestras palabras,
así escuchábamos el silencio oculto en ellas.
Luz de septiembre tras las ocres cortinas,
luz roja resplandeciente en tus cabellos.
No era el amor, no era el deseo,
sino algo más poderoso,
la certidumbre de lo que pudo ser.
De lo que un momento en nuestras manos
poder de realidad y sueños tuvo
y que ahora, con arañado menester, nos acerca
y nos llama, inútilmente,
lo mismo que si fuera el corazón de una campana
doblando en el silencio de la noche.
Juan Luis Panero
Poesia Completa (1968-1996)
2000
Tusquets Editores